Historia del jamón

Historia del jamón

1 Jul 2019 - Publicado en Blog

El jamón ibérico es uno de los alimentos españoles más conocidos fuera de España. Esto se debe tanto a sus propiedades gastronómicas como a que, desde hace muchos siglos, este producto ha estado intrínsecamente relacionado con la Historia de España.

Los orígenes del jamón se remontan a tiempos del Imperio Romano. Se han encontrado escritos de un edicto del Emperador Diocleciano, donde se ve que Hispania ya exportaba jamones a Roma en tiempos del Imperio Romano. Se sabe que el jamón nació con un propósito, el de poder conservar la carne durante más tiempo.

En estos tiempos, además de consumir el jamón, también se consumían otras partes del cerdo sazonadas o embutidas (lomos, cabezas, costilla, tocino,….). Sin embargo, era el jamón, la pieza más preciada del cerdo y sólo era consumido por la élite de la sociedad. Con la aparición de la sociedad medieval, fueron los monasterios y conventos los encargados de mantener la cultura gastronómica del país. Los monjes además de cuidar sus huertos cada año solían criar algún cerdo para después realizar la matanza. Así en sus despensas siempre había alimentos.

1960, fue un año muy importante para el jamón en la Península ibérica porque fue la primera vez que se presta atención a la  a la raza y al sistema de elaboración, con la finalidad de producir ya de forma extensiva. Desde entonces, la raza ibérica de nuestro cerdo  se ha convertido en algo único en el mundo,  por su crianza y por el manjar tan espectacular que ofrece. Su textura agradable, su intenso sabor y su aroma único, lo convierten en algo muy exclusivo y delicioso.

El cerdo y el jamón serrano, es y ha sido uno de los elementos más característicos de España, embajador de la cultura española, en la mayoría de ocasiones presente en nuestros platos y comidas. El por qué de su éxito puede ser que, de este animal, se aprovecha absolutamente todo.

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