Jamón Serrano e Hipertensión

20 May 2020

La gran mayoría de nosotros hemos escuchado hablar acerca de los efectos secundarios de consumir alimentos ricos en sodio, es decir que son demasiado salados, siendo el jamón uno de estos.

preparando una tabla de jamón

En particular hemos escuchado del mal que genera a las personas que sufren o padecen de hipertensión. Todos tenemos claro que lo perjudicial para la salud se encuentra en los excesos, así como en los componentes y preparación de ese producto con alto nivel de sal.

Si estamos hablando de un alimento totalmente procesado, industrial y del cual no conocemos su procedencia, el factor sal será perjudicial para tu salud, al igual que el resto de ingredientes que lo componen. Cuando se trata de un producto natural y con proceso de creación artesanal y cuidado la cosa cambia mucho. Así ocurre con el consumo de un buen jamón. 

El sodio en el centro de la escena

El jamón serrano no está exento de sodio, y es este mineral el que a menudo recibe el ojo malo en relación con la hipertensión. Pero aquí está la jugada inteligente: la mayoría de los expertos en nutrición coinciden en que el sodio solo se convierte en el malo de la película cuando se consume en exceso.

El jamón ibérico no sube la tensión

Según un estudio realizado por la Unidad de Endotelio y Medicina Cardiometabólica ubicada en Madrid, España, el jamón no es una amenaza para las personas que padecen este tipo de patologías.

Contrariamente a lo que se piensa, el estudio reflejó que el jamón lejos de ser maligno ayuda y proporciona distintas vitaminas a nuestro cuerpo. Es decir, no solo es un alimento rico en sodio, sino que cuenta con una alta cantidad de ácidos grasos, y es rico en polifenoles los cuales actúan como potentes antioxidantes.

Comer 50g de jamón al día durante 6 semanas, mejora el endotelio y además los efectos duran hasta 6 semanas después del último consumo. El consumo regular del jamón ibérico aporta hierro, vitaminas y minerales que son buenos para nuestra salud cardiovascular.

Son tantos los nutrientes que aporta, que hasta puede llegar a compararse con el pescado, las nueces o el aceite de oliva. Así que, si eres de las personas que aman el jamón, ya no tienes por qué cuestionarte sobre su consumo, puesto que no solo comerás un alimento rico, sino que además estarás aportando increíbles beneficios a tu salud.

La Moderación es la clave

Aquí entra la moderación, el ángel guardián de nuestra salud. Disfrutar de un trozo de jamón serrano de vez en cuando no debería disparar tus niveles de sodio a través del techo. ¡Relax, paladar! La clave es no exagerar y balancear tu dieta en general.

Conclusiones

El jamón serrano puede ser disfrutado como parte de una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, incluso para personas con hipertensión. Como en todo, la moderación es la clave.

La próxima vez que te tientes con ese plato de jamón serrano, recuerda que el equilibrio es la clave para disfrutar de todos los placeres culinarios de la vida. Así que, ¡levanta tu cuchillo con confianza y déjate llevar por el delicioso mundo del jamón serrano! Tu paladar y tu presión arterial te lo agradecerán.

Consulta a tu médico o nutricionista para obtener pautas personalizadas. Recuerda que el jamón serrano es un tesoro gastronómico que, cuando se consume de manera adecuada, puede deleitar tus papilas gustativas sin poner en riesgo tu salud cardiovascular. ¡Disfruta de su sabor único y sigue cuidando de tu bienestar!

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